Este juego empezó con una bonita casa, con un bonito autobús sin conductor, una bonita caja y una bonita
amiga ...
No, en realidad me equivoco el juego empezó antes,
empezó con una palabra repugnante que no significa nada
en absoluto, una palabra como:
Metástasis.
Menuda chorrada ¿y por qué no mamut?
¿Capaz o incapaz?
- ¿Es un reto?
- No.
- Ya lo veremos.
-¿Sales con alguien?
-¿Que?
-¿Hay alguien en tu vida?
-Querrás decir en mi cama, ¿por que lo preguntas?
-Por nada, sólo es un intercambio dialéctico sobre el estado de tu corazón
-Intercambio dialectico ¿eh? Osea, una conversación
-Dime, ¿estás enamorada?
-No tienes que contestar, sólo es una pregunta
-No hay nadie en mi cama si es lo que quieres saber, nadie que no pueda cambiar con las sábanas.
- Hay dos o tres cosas que nunca me has pedido y lo lamento. Habría sido capaz.
- ¿Qué cosas?
- Comer hormigas, insultar a los parados que salen del Inem... Amarte como loco.
-Callate, tapate los oidos fuerte fuerte fuerte muy fuerte ¿Oyes lo mucho que te quiero?
**
- Me llevaba tu tesoro... - Quédatelo, mi unico tesoro eres tú.
Y ya está, así es como ganamos la partida. Juntos, y felices. Y ahí, sepultados bajo el hormigón, por fin pudimos compartir nuestro sueño de infancia: el sueño de un amor sin fin.
Dirección: Yann Samuell.
Guión: Yann Samuell.
Año: 2003.